Estambul-BCN


Nos despertamos para ir al aeropuerto. Son las 3 am y sigue oyéndose el mismo jaleo que al ir a dormir. Pensamos coger el autobús que sale a las 4 am desde la plaza Taksim, que está muy cerca del hotel. Pilar se pregunta si habrá taxis por la calle en el caso de que haya algún problema con el autobús. Las maletas están llenas a reventar. Lyle se pone los zapatos con los ojos cerrados. Al salir a la calle Pilar tiene una respuesta muy clara a su pregunta:

Nunca habíamos visto tal concentración de taxis. Las calles están completamente abarrotadas de taxis, que pitan constantemente. Es chocante. Mucha gente de marcha, coches con la música a todos gas. ¿Ningún vecino se queja? ¿Cómo se puede dormir? En el aeropuerto de Estambul pasamos por el escáner dos veces, una para poder entrar en el aeropuerto, y otra para poder entrar en la puerta de embarque. El control de pasaportes, aunque estemos saliendo del país, es de una meticulosidad exasperante. Conseguimos viajar todos juntos. Menos mal. Los aviones de Alitalia son de lo más asqueroso, todos sucios, con los asientos que se desmontan. Una vergüenza. En el avión, los niños caen redondos:

En el aeropuerto de Roma hacen misa. Hoy es el aniversario de la Liberación, hace 65 años. Empezamos a pensar en las próximas vacaciones: