Thursday, January 16, 2003

Iain parece haber declarado la guerra a la comida. Pero estos últimos días, después de aplicar una estrategia nueva y poco ortodoxa a la hora de las comidas (parcialmente ideada por Luigi) que empieza a dar resultados, mi natural optimismo está en un punto culminante. Ya he renunciado a que coma como un niño normal, me esfuerzo para no compararlo con otros y así poder valorar los progresos. No es fácil relajarse teniendo en cuenta que el último mes ha perdido peso. Peso que he ganado yo porque lo que no se come él me lo como yo, o sea que habrá que poner fin a esta historia lo antes posible.

Al día siguiente nos fuimos de excursión a Ikea. Ya sé que parece ridículo ir a Ikea cuando puede que dentro de 3 o 4 meses probablemente tengamos que hacer las maletas, pero Iain necesitaba urgentemente una mesa y sillas de su tamaño. Forma parte de la nueva estrategia de Luigi para que coma (ya no digo para que coma mejor, simplemente que coma ALGO). Pues Ikea es el paraíso para los más enanos, pueden hacer de todo y nadie les echa bronca: subirse a la cama con los zapatos, trastear en el teclado del ordenador, apagar y encender luces, etc. El mejor parque que uno pueda imaginar, casi del nivel del parque Miralles que acaban de construir en Diagonal Mar. Aún no lo hemos visitado pero parece ser una auténtica virgería para los niños. Ya era hora de que pusieran a un arquitecto como Dios manda a diseñar un parque.

Monday, January 13, 2003

Luigi me acaba de decir que ya ha reservado sitio en el hotel Arts para cuando vaya en febrero al congreso en Barcelona. Se ha gastado todo el presupuesto que tenía para dormir en una noche allí, el resto del tiempo estará en casa Trilla. Típico de él. No es mala suerte perderse la oportunidad de estar en ese super hotel?

Cuando recojo a Iain en el take-care siempre huele a Rasha. Es curioso como el olor de una persona (o su perfume) se puede impregnar tanto en un niño. No creo que se pasen el día abrazados. Por suerte, me gusta mucho ese olor. De esa casa emana mucha vida. A veces tienen puesta música egipcia y de verdad que parece estar en otro mundo. Por las mañanas huele tan bien a comida que me encantaría que me invitaran a comer.

Este fin de semana ha sido intenso. El sábado estuvimos en el Exploratorium, una especie de museo de la ciencia donde no esperábamos encontrar muchas cosas interesantes para Iain, y sin embargo nos sorprendió, disfrutó a base de bien sobre todo con las atracciones basadas en el fenómeno del magnetismo. Hicimos unas películas formidables. Estaba tan excitado que se olvidó de comer y de dormir. El es así, se despista fácilmente y nunca encuentra el momento de marcharse.