Thursday, July 11, 2002

Madrugón para llegar a primera hora a la Expo. Intentamos que nos hagan descuento de estudiante, pero somos demasiado viejos. Cosas que valen la pena en la Expo: arquitectura de algunos edificios (no precisamente el de España), un pabellón en el que hay un lago que refleja el paraíso y el pabellón del WWF con conos verdes y un hombre-pájaro gigante estilo Guggenheim de Bilbao. Además, a pesar de ser una Expo universal, parece haber sido concebida sólo para los alemanes, porque no sólo está todo en alemán y las azafatas (que sólo son mujeres) hablan escasamente en inglés, sino que por la noche, en el cine al aire libre, proyectan una película americana traducida al alemán y sin subtítulos. Hay que aguantarse. Total que nos vamos a un sitio donde tocan música techno (no muy buena). Lu se pone a bailar mientras yo busco desesperadamente algo de comer a un precio injusto pero posible. Nada, todo a precios imposibles. Comidas del día:

- desayuno: pan con mermelada,

- comida: pizza, y helado de postre,

- cena Piluco: helado,

- cena Lu: pastel tía Mildred y otro pastelito de cereza (comprado todo en una gasolinera, de vuelta al camping).

Una dieta de lo más saludable. Voy a ver bailar a Lu y finalmente bailo yo también un poco. Condiciones climáticas del día: desfavorables (lluvia intermitente y frío). Conclusión de la jornada: no querría vivir en Alemania ni loca, debemos organizarnos mejor en cuanto a alimentación se refiere si queremos tener la responsabilidad de alimentar a Iain.